Campaña Plan Nacional sobre Drogas, de 1996
El fenómeno de las drogas ha existido siempre. Este tipo de sustancias forman parte de las costumbres y tradiciones de cada sociedad. La aceptación social de una droga suele conllevar creencias erróneas que infravaloran sus efectos y las consecuencias negativas de su uso y abuso.
La adicción a las drogas es una enfermedad. Sin embargo, existen personas que tratan las drogas como objetos de consumo necesarios para divertirse… Personas que creen ser inmunes a sus efectos y están convencidas de poder dejarlas cuando así lo deseen.
Las circunstancias que interactúan en el inicio y desarrollo de la adicción son diversas. Causas sociales, culturales, biológicas, psicológicas, entre otras, dificultan erradicar uno de los problemas que mayor preocupación despierta en la sociedad, en especial entre los padres y madres.
Las drogas se integran, aunque nos pese, en nuestra cultura. Nuestros esfuerzos deben encaminarse a saber convivir con ellas y reducir cada vez más el riesgo de que nuestros hijos e hijas se inicien en su consumo. Si deseamos que se desarrollen con autonomía, adopten una actitud responsable ante la vida y adquieran hábitos saludables, debemos saber que no se puede permanecer pasivo. Nuestra labor es imprescindible.
¿QUÉ SOLEMOS HACER?
«Mi hija va a uno de los mejores colegios. Nunca tomará drogas porque somos una familia normal». Todavía seguimos pensando que pertenecer a una determinada clase social o tener un buen nivel económico excluye la posibilidad de paceder este problema.
«A veces no sé qué postura tomar con él. Parece que todo lo que le prohibo le interesa más. Si le digo algo, malo, y si no, peor». Éstas y otras dudas surgen con nuestros hijos e hijas. Ser padre y madre no resulta una tarea fácil. Nadie nos enseñó cómo hacerlo. No obstante, ¿alguien les conoce mejor?
Dialogar y escuchar
«Los drogadictos son los que van por las calles pidiendo dinero y robando». La imagen que tenemos de las personas drogodependientes dista mucho de la realidad actual. Hay jóvenes que tienen problemas con las drogas y no se comportan de esa manera.
«Me paso el día trabajando. Les doy todo lo que necesitas. ¿Qué más puedo hacer?». ¿De verdad crees que has cubierto todas sus necesidades?
¿QUÉ DEBEMOS TENER EN CUENTA?
La adolescencia es una época de cambios, de afirmación de autonomía e identidad, así como la búsqueda de nuevas experiencias. Sin lugar a dudas, constituye la etapa en que pueden presentarse las conductas adictivas. En ocasiones, se prueba de forma experimental y puntual, lo cual no está exento de riesgo. Todas las drogas, incluso el tabaco y el alcohol, pueden ocasionar problemas.
Ser padres y madres implica ser modelo. Tenemos la ocasión de ofrecer un estilo de vida saludable. Participar e implicarnos en las vida de nuestros hijos e hijas supone compartir, lo que nos refuerza frente a las drogas. No hay que esperar a que aparezcan problemas para abordar el tema. Negarlo o no afrontarlo no lo resuelve. Considerarlo de manera exagerada tampoco ayuda a superarlo.
Siempre es buen momento para prevenir. Los aspectos que se debe cuidar, trabajar y mejorar dependen de la edad de nuestros hijos e hijas.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
Compartir nuestro tiempo libre
Prevenir la aparición de conductas adictivas supone, en primer lugar, estar informado de manera adecuada; mantener una comunicación con los hijos e hijas fluida y constante; potenciar su autoestima para que se fortalezcan y sean más competentes; establecer normas en la convivencia familiar, lo que permitirá una mejor integración de las normas sociales; fomentar actividades en las que disfruten de forma sana de su tiempo libre.
De la misma manera, debemos mantener relaciones afectivas sólidas y satisfactorias; participar de todos los aspectos de la vida de la escuela; enseñar a nuestros hijos e hijas a decir «NO» a las presiones que puedan recibir de su compañeros y compañeras; ayudarles a tomar decisiones, así como promocionar la Educación para la Salud y los estilos de vida saludable.
Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana